Fotografía gastronómica

Ahora que estamos en casa subir a redes sociales imágenes de lo que vamos a disfrutar a través del sentido del gusto puede ser un tanto soberbio, pues supone la idea de que al resto de nuestros contactos les interesa lo que nos llevaremos a la boca. Sin embargo, plantear un encuadre sugestivo con los colores correctos y editar adecuadamente la imagen nos coloca en un escalón más interesante de la fotografía gastronómica, casi a nivel artístico.

El reto de la fotografía gastronómica consiste en que el sentido de la vista estimule al sentido del gusto y que al mismo tiempo luzca ordenado y sublime, lo cual no es nada sencillo, así que vamos a analizar algunas recomendaciones hechas por expertos en el tema.

En primer lugar debes considerar el equipo, no porque sea necesario invertir mucho, sino porque las herramientas de ese equipo pueden darte ventajas y desventajas al momento de generar el encuadre, de ahí que sea posible producir imágenes muy buenas con un celular o una cámara pequeña ya que la nobleza de este género lo permite.

El segundo punto es considerar las características del platillo, pues no es lo mismo fotografiar una pizza que una trufa negra. Dependiendo del tamaño, colores y texturas podrás “jugar” con el encuadre y los elementos que lo acompañarán.

El tercer punto básico es la iluminación y el ambiente. Probablemente a nivel comercial o artístico sean muy útiles la caja de luz y el trípode, pero nos estamos refiriendo a esos platillos con los que nos encontramos en algún restaurant o ese platillo que preparamos en casa de vez en cuando, por lo tanto deberás considerar que entre más iluminado esté el ambiente mayor posibilidad tendrás de lograr tu objetivo. En este sentido, recuerda que la luz natural es muy buena así que acércate a alguna ventana o procura acercar una lámpara de luz neutra evitando que la luz llegue directamente de arriba. El flash puede ser traicionero así que evita usarlo si no es necesario. A partir de aquí la imaginación y el buen gusto son lo que cuenta, así que veamos algunas técnicas que no debes olvidar.

Encuadre. No siempre es necesario tomar toooodo el plato, con que el elemento principal del platillo sobresalga es suficiente.

Toma. Evita (o reduce), las tomas 100% aéreas o cenitales. Las mejores composiciones se generan colocándote a nivel del platillo o a 45 grados del mismo.

Profundidad. Juega con la profundidad de campo, los fondos difuminados funcionan muy bien. Las focales fijas (35, 50 y 80mm) son perfectas. En caso de los celulares, el modo escena de alimentos permite desenfocar un poco el fondo.

• Minimalismo. Los platillos pequeños pueden ser más espectaculares que los que rebosan el plato o los enormes platillos desordenados.

• Orden y limpieza. Conserva limpios los bordes del plato y ten limpia y ordenada la mesa.

Elementos. Dependiendo del platillo puedes colocar elementos con colores y formas similares, por ejemplo unas rosas rojas junto a una rebanada de pastel red velvet.

• Otros tips: colocar el platillo sobre un espejo, una tabla u otras superficies, los filtros vintage ya no son tendencia, utiliza mejor un editor reconocido y reduce el ruido del ISO.

Ángel Abraham Chávez

Especialista en turismo, capacitador, docente, travel-coolhunter e investigador turístico. Director de la revista Mochilazo Cultural.

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