Alan por el mundo vs Airbnb

La tendencia

Todo empezó la mañana de este viernes 15 de mayo cuando surgió la noticia de que Airbnb despedirá al 25% de sus trabajadores, lo que significa un total de 1900 personas  que perderían su fuente de empleo debido a la falta de viajes por la pandemia global. Frente a esta noticia el influencer viajero “Alan por el mundo” escribió una serie de tweets que fueron tendencia durante toda la mañana. En resumen los tweets de Alan Estrada afirman que Airbnb comenzó como una buena idea, pero que en el camino se deformó y hoy es un servicio que le ha generado más perjuicios al planeta que beneficios. Los tweets iban y venían, unos a favor de Alan tachando a la App como acólito de Satanás y otros apoyando a Airbnb tachando a Alan  de un “vendido” que favorece a los hoteles que no desean que el mundo tecnológico les quite mercado. Este último comentario surgió porque en uno de sus tweets Alan describió los estándares de limpieza que proponen las “cadenas como Grupo Posadas”, corporativo con el que Alan ya había trabajado previamente.

Los  hechos

Aunque parece una polémica insulsa frente a los temas complejos que estamos viviendo, lo cierto es que es una controversia que se ha llevado hasta las cámaras de representación política en los gobiernos donde aplica Airbnb (que es la mayoría de los países del mundo), lo que significa que no es un tema tan sencillo de debatir en una red social.

Pero, empecemos con el influencer. Quienes conocen el tema mercadológico de YouTube sabrán que los youtubers son entretenedores que ofrecen sus opiniones a favor o en contra de cualquier tema, sean productos, partidos políticos, noticias, etcétera y la opinión de estos personajes está sujeta prácticamente a cualquier postor que pague por ella. En ese sentido, Alan por el mundo, con más de 2.5 millones de seguidores, es un negocio con patrocinios, proveedores, distribuidores y consumidores. Sin embargo, quienes han visto sus videos sabrán que lleva una línea editorial fundamentada en los viajes independientes; es decir, prefiere hospedarse en hoteles de mediana categoría que en grandes resorts (aunque sí se ha hospedado en estos), prefiere los viajes tradicionales que el crucero, prefiere las caminatas y los paseos que los tours guiados. Pero repetimos esa es su línea editorial, con la cual cumple con sus compromisos y con sus seguidores. Ahora bien, el hecho de que sea un youtuber comercialmente reconocido no le resta valor a alguna de las opiniones que dio al respecto de Airbnb. En ese sentido, no todas las opiniones que ofrezca deben ser desechadas porque estaríamos pidiendo la censura. Tan sólo hay que saber cotejar los datos con diversas fuentes para tomar alguna postura informada.

Ahora vamos con la App. De acuerdo con El Financiero, Airbnb  generó sólo en México 2 mil 700 millones de dólares en el 2018 colocándose en el lugar 9 de los países que más ingresos generan con este servicio, el cual a grandes rasgos consiste en rentar espacios (casas, departamentos, habitaciones) de otros dueños a clientes que deseen hospedarse en ese destino cobrando una parte proporcional de la renta por haber conseguido los clientes. En esencia estamos describiendo eso que se ha puesto tan de moda; la llamada “economía colaborativa”. Por supuesto que es un negocio y sus defensores afirman que es un servicio inofensivo necesario para el mundo ya que facilita los modelos de hospedaje permitiendo una experiencia más local entre el turista y la comunidad. Y entonces, ¿cuál es la polémica con Airbnb?, pues muchas y continuación enlistamos algunas de ellas:

  • Al rentarse departamentos más caros para los turistas, suben las rentas para los locales (estudiantes, comerciantes, oficinistas, maestros, etc).
  • Originalmente Airbnb no pagaba los mismos impuestos y permisos que hoteles, hostales y casas de huéspedes porque los gobiernos ni se enteraban de este “intercambio comercial”. Actualmente ya muchos gobiernos están cobrando impuestos especiales.
  • La vida cotidiana en las colonias tradicionales se vuelve en “vida turística” para los huéspedes de Airbnb.
  • Al llevarse a tantos huéspedes con su modelo, baja la ocupación de los hoteles y genera despidos en la industria tradicional del hospedaje, además de cierre de hoteles.
  • Sus tarifas no son tan baratas, además considerando las cuotas de limpieza, una noche en un hotel te resulta prácticamente lo mismo. Recuerda que si no limpias el departamento debes pagar una cuota de hasta el 50% del total de la noche.
  • Los problemas sociales como el ruido, los accidentes, el relajo que antes se concentraban en zonas turísticas, ahora se generalizan a zonas habitacionales.
  • … Y muchas más

Las conclusiones

Si la polémica se desató por un influencer criticando el despido de personas por parte de una empresa que ha acumulado miles de millones de dólares en los últimos años, entonces la crítica está justificada, no importa de quien venga, pues aquí se supone que lo que cuenta es la solidaridad de las empresas. Aunque también hay que recordar que Airbnb es un negocio particular que toma sus decisiones fundamentándose en las ventajas y desventajas del mercado.

Algunos de los comentarios a favor de Airbnb afirman lo siguiente: “a mí me gusta Airbnb, yo no tengo ninguna queja, me la he pasado bien y seguiré consumiendo el servicio”. El detalle es que esta es una opinión desde el punto de vista del consumidor; una persona que no conoce todo el panorama. El turista llega y se va y no le interesa cómo queda la población local después de su partida.

Algunos comentarios en contra de Airbnb afirma lo siguiente: “odio Airbnb porque ha elevado los precios de mi colonia y ha vuelto un infierno el edificio donde vivo”. El detalle es que aunque Airbnb desaparezca vendrán otras apps que harán lo mismo y si la ley prohíbe este tipo de aplicaciones, las personas se pondrán de acuerdo a través de redes sociales; es decir, esta dinámica llegó para quedarse. Y lo mismo sucede con Uber, Blablacar, Couchsurfing, Rappi y demás apps, aunque éstas desaparecieran, la oferta y la demanda se pondrían de acuerdo a través de redes sociales. El futuro nos dará la respuesta.

Ángel Abraham Chávez

Especialista en turismo, capacitador, docente, travel-coolhunter e investigador turístico. Director de la revista Mochilazo Cultural.

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