Lo que se va con Chabelo (y lo que se queda)

Mucho se ha dicho de la reciente pérdida del actor, presentador y comediante Xavier López “Chabelo”. Vendrán las exequias, los homenajes y las semblanzas de quien en vida fuera uno de los personajes más reconocidos por los mexicanos. La población llorará su partida de forma individual; unos lo sentirán más y otros menos. Sin embargo, hay algunos temas tanto comerciales como sociales que aún no se han tocado y he aquí nuestro granito de arena.

Quien falleció este sábado 25 de marzo no fue cualquier artista popular, su partida cierra varios ciclos al ser uno de los máximos influyentes en la vida cotidiana del México del siglo XX. Pocos lo habrán notado, pero aunque su programa En Familia con Chabelo dejó de transmitirse en el año 2015, hay cosas que a partir de hoy ya no serán iguales y otros que gracias a Chabelo no cambiarán por siglos:

1. Presentadores para niños

Con la partida de Chabelo se cierra el ciclo de los grandes presentadores infantiles que comenzaron en la radio de los 30’s con Gabilondo Soler “Cri-Cri”, continuando en los 50’s con Ramiro Gamboa (Tío Gamboín) y el propio Chabelo. En los 60’s Las Travesuras de Topo Gigio con Julio Alemán (y futuras repeticiones con Raúl Astor). En los 70’s el auge de la televisión trajo programas familiares como El Chavo o El show de Cepillín, pero la gran época dorada de los presentadores infantiles tanto en México como en el mundo se dio entre los 80’s y 90’s con Kolitas, Los Cuentos del Espejo de Andrés Bustamante, En Familia con Chabelo, TVO, Caritele, el Espacio de “Cositas” y El Espacio de Tatiana. En ese entonces en Sudamérica era popular Xuxa o Nubeluz, en Estados Unidos Fred Rogers (que venía de los 60’s) y Marc Summers con su Double Dare. Chabelo los superó a todos ganando el Record Guinness con el programa infantil con más tiempo al aire. Si bien es cierto que quedan algunos y vendrán otros, con Chabelo se cierra esta etapa icónica de los medios “tradicionales”.        

2. Mercadotecnia

Una de las máximas aportaciones del programa En Familia, fue en el sector mercadológico. Su modelo de negocios era simple pero efectivo; le pagaba a Televisa por la transmisión de su programa y era su equipo de trabajo quien se encargaba de conseguir los patrocinadores que pagaban grandes sumas por aparecer en el programa más visto un domingo por la mañana. El paquete incluía mención, consumo en vivo, concurso relacionado con el producto y comercial. Gracias a este modelo varias empresas amasaron enormes fortunas, pues para algunas marcas era su única publicidad televisiva. Sin embargo, en los 80’s no había empresa que no quisiera aparecer en ese programa, desde las internacionales como Coca Cola o Mattel, hasta las locales como Muebles Troncoso. La técnica de ventas era muy similar a la técnica AIDDA, tan infalible que se cuenta que algunos vendedores no dudaron en tomarla de ejemplo; se trataba de un presentador que probaba en vivo todo tipo de cosas, desde comida hasta juguetes, pero con la habilidad de hacer que se te antoje, finalmente el “vendedor” era un “niño” y los niños son muy transparentes con sus deseos. Esa técnica de ventas todavía se usa, pero la plataforma ya no es la misma.

3. El original niño adulto

Varios han sido los adultos que se han caracterizado para personificar a niños como Roberto Gómez Bolaños y los personajes del Chavo, los de la Escuelita de la Carabina de Ambrosio, los de la Escuelita de Jorge Ortiz de Pinedo, Carlos Espejel, Tatiana, Patylu y más, pero el verdadero niñote fue Chabelo, pues a diferencia de los anteriores este niño no era necesariamente un “niño modelo” (como ningún niño sano en el mundo). Era berrinchudo, gandalla, gritón, manipulador y aprovechado, repito, como  realmente son los niños. Los personajes de la vecindad del Chavo tenían la misma chispa, pero eran principalmente programas grabados y editados, Chabelo era un niño que aparecía en vivo todos los domingos y se entendía perfectamente con los demás niños.   

4. Las navidades y los juguetes

Para un adulto las fechas importantes son los días de pago, para un niño las fechas importantes son la navidad y su cumpleaños, pero en especial la navidad. Desde que se terminó En Familia, las navidades en México ya no son iguales, los niños de hoy no lo saben, pero nosotros teníamos un referente navideño. La temporada navideña en México empezaba cuando Chabelo mostraba los juguetes más avanzados de esa época. No había —Como hoy —  necesidad de buscar en Internet el regalo ideal, los Reyes Magos y Santa Claus veían el programa y ya sabían cual juguete querían los niños. Obviamente el programa era la máxima expresión del capitalismo, pero era un reflejo de los tiempos. Claro que nunca logramos tener todo lo que exhibía Chabelo, pero alimentaba nuestros sueños: Avalanchas, Bicletas Bimex, Barbies, carritos Apache, Playmóbil, Transformers, el Fabuloso Fred, Tente, Gi-Joe, Cabagge Patch, ViewMaster, Mi pequeño Pony, Pulgas Locas, entre otros. En enero cuando regresábamos a clase nos dejaban llevar juguetes a la escuela y presumíamos los que veíamos en la tele y que por fin nos los habían traído los Reyes.  

5. El último show en común

Con Chabelo se va también esa época de interacción nacional a través de la televisión. Hoy con los medios emergentes se generan trendings, hashtags y el algoritmo nos ubica temas donde podemos interactuar con un sector mínimo de la población. Con el último programa de Chabelo se fue también el último programa televisivo que todos los mexicanos (chicos y grandes) teníamos en común. Podías odiar el programa, pero sabías que alguien lo estaba viendo. Desde Mexicali hasta Quintana Roo no importaba el nivel socioeconómico, el género o la raza; todos los mexicanos sabíamos que en el Canal 2 había un programa de 7:00 a 10:00 llamado “En Familia con Chabelo”. Los defeños presumían su cercanía para poder asistir cuando quisieran al programa, los “cuates de provincia” enviaban sus cartitas para que el señor Aguilera les marcara por teléfono, pero TODOS tenían alguna referencia cotidiana con Chabelo. Ya no hay programas así, la televisión no ha desaparecido, pero ya cada quien ve lo que quiera y en la plataforma que quiera.

6. Alcance

¿Se han puesto a pensar cuántos empleos estaban involucrados directa e indirectamente con ese show? Aquí un pequeño recuento. Puestos directos: producción, ventas, show, publicidad, música, atención al público, telefonistas, invitados, entre otros. Puestos indirectos: memorabilia, comics, empresas de juguetes, empresas de comida, carteros (incluso en sus últimas emisiones), imitadores, coleccionistas y muchos más. El programa En Familia con Chabelo era básicamente una industria en sí misma. Por más que se han intentado realizar programas con ese alcance, no lo han logrado y no lo lograrán por los puntos previamente descritos.

7. Se queda

Hay cosas obvias que quedan de Chabelo como el muy mencionado verbo “Catafixiar”, la enorme cantidad de artistas que hoy deben sus carreras a programas como ese, sus comics, sus juguetes, sus canciones y películas, sus frases como “la espantosa X”, “Ojo cuate, mucho ojo”, sus concursos que son copiados en eventos y shows infantiles. Pero también hay cosas no tan obvias que quedan de Chabelo como lo que aprendimos de él y que enseñamos a nuestros hijos, criterios morales que parecen obvios y que eran reforzados cada domingo: “siempre da el máximo esfuerzo”, “cuídate a ti mismo”, “una segunda oportunidad” y sobretodo la disciplina. ¿Cuántas veces Xavier López habrá dicho “hoy no quiero ir al programa”? y ahí estaba.   

Hay que ser honestos, los últimos 5 años del programa, ya con las redes sociales en todo su apogeo, con un Chabelo que ya se notaba cansado, hosco y malhumorado, la fórmula resultaba anacrónica, aburrida y poco atractiva. Los niños ya no se emocionaban al ver a un señor envejecido que se vestía como niño, el programa tuvo su tiempo y lo aprovechó al máximo, hoy ya no hay lugar para algo similar. Sin embargo, es curioso que la muerte de Chabelo genere tristeza porque de Xavier López se sabía muy poco y su vida no nos interesaba, pero el niño de 8 a 13 años que murió con él fue amiguito del niño que alguna vez fuimos nosotros. Por eso la sensación de pérdida; una etapa de nuestra infancia ha comenzado a borrarse.

Ángel Abraham Chávez

Especialista en turismo, capacitador, docente, travel-coolhunter e investigador turístico. Director de la revista Mochilazo Cultural.

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