Egipto pone el ejemplo

Mientras otros gobiernos y organismos tanto nacionales como internacionales se rasgan las vestiduras tratando de encontrar una salida a esta crisis, otros países se están atreviendo a bajar las barreras e incentivar el viaje.

El principal problema es ¿cómo incentivar el viaje sin poner en riesgo a la población local y a los turistas? En ese sentido, Egipto lanzó una apuesta atrevida. Mientras Japón, la Unión Europea y otros países cierran la frontera a naciones con altas tasas de contagio, Egipto decidió a través del Ministro de Turismo y Antigüedades abrir la recepción de vuelos internacionales con la única condición de que los turistas que deseen ingresar al país se realicen una prueba y demostrar que están libres del virus.

A partir de este primero de Julio Egipto abrió sus atractivos turísticos más importantes tales como los templos de Karnak, de Filae y de Abu Simbel, las pirámides y el Museo Egipcio de El Cairo, con esta medida le dan una cachetada con guante blanco a los países del llamado primer mundo.

Sin visa y sin confiarse

Otra de las medidas interesantes que dio a conocer el Ministro Khalid al-Anani fue la suspensión de visas para ingresar al país hasta el 31 de octubre, por lo que se podrá acceder al país tan sólo con el pasaporte. Aunque no todo es miel sobre hojuelas, pues el país no baja la guardia ya que el Ministro de Aviación Civil informó que todos los vuelos estarán esterilizados y sólo se darán alimentos secos y bebidas embotelladas. De la misma forma los atractivos turísticos, los hoteles y restaurantes estarán promoviendo la distancia entre los turistas y se pide a las agencias promuevan el uso de gel antibacterial entre sus clientes.  

Es así como los países comienzan a adaptarse a la nueva realidad. Recuerden que lo dijimos en el video de las ventajas del coronavirus al mundo de los viajes; los países empezarán otra vez de cero y los que sean más creativos lograrán posicionarse mejor, Egipto ya dio el primer paso y el tiempo nos dirá si su estrategia es acertada o demasiado arriesgada, pero alguien tenía que iniciar. Esperemos que la creatividad comercial sea a favor del viaje y de la seguridad de los viajeros.