¿Qué son los pimitos cozumeleños?

La gastronomía en la isla de Cozumel, como buen polo turístico, es parte del trendy viajero internacional con restaurantes cada vez más especializados, costosos y clasistas. Aunque afortunadamente aún se encuentran verdaderos baluartes del sabor local que nada les pide a los más sofisticados establecimientos restauranteros.

Uno de esos bastiones de excelente cocina local, está ubicado en la avenida 15 sur entre las calles 21 y 23 a escasas calles del boulevard Rafael E. Melgar. Ahí se encuentra el restaurante “El Farito”. Este humilde local, está rodeado por una zona habitacional de clase media alta, con casas de dos y tres plantas, lo que hace resaltar aún más la pequeña coctelería.

De acuerdo con el diccionario Larousse Cocina, Pimito se define como: “Tortilla gruesa de masa de maíz con sal…”, sin embargo, en palabras de la nieta de Don Primitivo García, la palabra “Pimito” se deriva de Primitivo, de esa manera le llamaban al platillo que durante más de 3 generaciones su abuelo y sus tías han servido en su restaurante desde 1934. Si bien los pimitos (o similares) se pueden encontrar en gran parte de la península, principalmente en la ciudad de Valladolid, Yucatán donde se suelen acompañar con el platillo típico “lomitos de Valladolid”, es en la isla de Cozumel donde el platillo se ha vuelto sumamente popular entre los locales, no así (aun) para los extranjeros. La receta es sumamente sencilla, tanto que es en su simplicidad donde radica su genialidad, la base es en sí una especie de sope, pellizcada o gordita (depende del lugar donde nos leas) es decir una tortilla gruesa hecha a mano, circular con bordes que se crean presionando (o pellizcando) la tortilla, creando una cazuelita que puede contener toda clase de guisados. Aunque el pimito original es simple, elaborado tan sólo con manteca de cerdo y sal, sin duda el más solicitado y famoso del restaurante es el de ceviche de caracol o de “tuchitos” de caracol que es la parte más dura. Y es que en Cozumel existe una vehemencia cuasi religiosa al caracol rosado (o caracol burro), esta especie fue la segunda especie más importante para pescar en la zona después de la langosta, sin embargo su sobre explotación está causando que su número vaya en decremento e incluso de acuerdo con ambientalistas pronto podría estar en peligro de extinción, aun así y (desafortunadamente) a pesar de las vedas, se le puede encontrar casi todo el año en cualquier cantina o restaurante de la isla y su demanda va en aumento por su bajo costo y apreciado sabor.

En lo personal prefiero y recomiendo los pimitos de pescado “entomatado” y el de ceviche de camarón, pero hasta los de frijoles de olla son una delicia. También en el poblado de El Cedral (a unos 17 kilometros del centro de la ciudad) un miembro de la familia García, prepara este platillo en una modesta fonda en el traspatio de una tienda de esquina, principalmente los sábados y domingos. En su fonda se puede encontrar otra exquisita variante, pimitos con una especie de ceviche de chicharrón y castacán (chicharrón con gruesas capas de carne de cerdo, otra delicia regional), que hace que valga la pena dar un paseo al Cedral. En ambas locaciones los precios son sumamente accesibles para cualquier presupuesto y las porciones son generosas (2 serán suficientes, o 3 si de plano tienes mucha hambre) el sabor es inigualable, aderezados con una rebanada de aguacate, limón, una cerveza y la no menos importante salsa de chile habanero, cumplirá a cabalidad cualquier expectativa de refinados sibaritas, foodies, aventureros o apasionados de la buena comida. ¡Atrévete a probar este delicioso secreto culinario!

Francisco Mundo

Profesional del turismo con más de 20 años de experiencia en hotelería, bodas y servicio al cliente. https://www.cozumeldwm.com

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