Los colores en las tendencias turísticas

— El desarrollo tecnológico de los medios de comunicación y de transportación, ha provocado que cada vez más gente se desplace a otros destinos por motivos turísticos y también a precios más bajos. La democratización del turismo también ha generado paradójicamente que se ubiquen nuevos criterios para segmentar mercados basados en sus necesidades, gustos, formas para ponerse de acuerdo y actividades en boga. Estas tendencias se ven reflejadas en los nuevos tipos de turismo que han ubicado en los colores una forma menos compleja para identificarlos.

Turismo blanco

La tendencia turística que pretende extender el invierno a lo largo del año. Son muchas las personas apasionadas por la nieve, las montañas y el bosque nevado, por eso los viajeros del turismo blanco están fascinados con la recolección de experiencias relacionadas con actividades en baja temperatura como el esquí, el snowboarding, la travesía, la escalada en hielo o simplemente la visita a lugares nevados. Los destinos populares obviamente son aquellos más cercanos a los polos terráqueos, pero también en los países de temperaturas calurosas tenemos zonas muy altas que se prestan para ese turismo como El Nevado de Toluca y algunas temporadas de las sierras altas del norte de esta república.

Turismo azul

De hecho, existe una tendencia denominada economía azul, que hace referencia a reconocer la fuerza de los mares y océanos como motores de la economía mundial. A partir de esa idea, el turismo azul tiene como marco de acción todas aquellas actividades viajeras relacionadas con los mares o costas como el buceo, el surf, el velerismo y demás actividades que sean amigables o de bajo impacto para los océanos, de tal manera que la característica principal es la sostenibilidad y el mar. El turismo azul se desarrolla espectacularmente en México al contar con 11,122 km de costas donde se ubican cuatro mares (Océano Pacífico, Golfo de México, Mar de Cortés y Mar Caribe), lo que lo posiciona en el top mundial de este tipo.

Turismo verde

El desplazamiento actual de personas provoca un alto impacto para el equilibrio ecológico de nuestro planeta y no sólo por el uso de los medios de transporte, sino por el desarrollo de empresas poco amigables con el entorno como los resorts, los parques de diversiones y demás instalaciones enfocadas a satisfacer a los turistas tradicionales. El turismo verde pone en evidencia lo anterior y promueve la idea de que para viajar no es necesario afectar en mayor medida al entorno, o por lo menos es posible causar el menor impacto. Todo ello a partir del uso de hospedaje ecológico como cabañas o campamentos, alimentos orgánicos y actividades ecofriendly como la escalada, el espeleoturismo, el senderismo, etc.

Turismo naranja

Con el desarrollo de las tic´s, los viajeros han logrado ponerse en contacto con más facilidad entre ellos, lo que ha permitido que ahora sea posible transportarse, hospedarse, alimentarse e incluso divertirse en destinos desconocidos sin la necesidad de utilizar a las grandes compañías intermediarias del turismo. El turismo naranja abre la posibilidad de vivir un turismo cultural desde la óptica de las personas locales, es decir, vivir la experiencia de la vida cotidiana en lo local. Gracias a estas nuevas herramientas es posible que te renten una habitación (o sillón) de la casa, desayunar con una familia, viajar con otra y descubrir sitios interesantes que sólo la gente local conoce, no sólo aquellos atractivos tradicionales que los turistas visitan.

Turismo rojo

Los países socialistas han abierto sus puertas a los viajeros internacionales y es que han descubierto en el turismo una gran oportunidad para mostrar sus atractivos al mundo (y vaya que los tienen). Hay que recordar que durante los años sesenta más de la mitad de la población vivía en algún país de características socialistas. El turismo rojo no sólo se trata de visitar los países que actualmente se encuentran bajo ese régimen político, sino de visitar las regiones que fueron parte del boom comunista de mediados del siglo pasado. Por sus dimensiones y atractivos, China y Rusia dominan esta tendencia, pero existen otros lugares que también pueden sorprendernos como Cuba, e incluso países actualmente capitalistas que durante la guerra fría fueron parte del Bloque del Este, donde se ofrecen recorridos por zonas importantes de aquella época como Yugoslavia, Alemania (en aquel entonces Alemania Oriental), Polonia, Hungría, etc.

Turismo rosa

Y no es que antes los miembros de la comunidad gay no viajaran, sino que las formas y la doble moral del pasado mantuvieron por algún tiempo a estos viajeros en el closet, pero la fuerza de su propio movimiento provocó que actualmente existan destinos, actividades y tendencias enfocadas en ese grupo de turistas. Hay que recordar que desde que se dio la revolución sexual a mediados de los años sesenta, el turismo se vio ampliamente beneficiado por sus integrantes generando ingresos incluso mayores que las parejas heterosexuales y hoy es muy común encontrar destinos gayfriendly como Brighton, Miami, Ibiza, Praga, Ámsterdam, Puerto Vallarta y muchos más.

Turismo gris

¡Que el viaje nunca pare!, y ya que la vida es un viaje constante, entonces hay que viajar hasta el último día. Y es que los abuelos de este siglo no son iguales a los abuelos de generaciones pasadas. Los nuevos viajeros de la tercera edad no se sientan en una mecedora con su piña colada frente al mar, sino que se van a caminar por las ciudades tomando fotos y realizando actividades de medio impacto. El turismo gris le presenta a los adultos mayores la posibilidad de continuar aprendiendo del mundo y conocer gente con sus mismos gustos.

Turismo negro

Ya a nadie asustan las perversiones y gustos extravagantes de algunos viajeros que han encontrado en el morbo su principal incentivo para viajar. El turismo negro explota los rincones más oscuros de la condición humana, porque para algunas personas el turismo tradicional ya no es suficiente y sienten la necesidad de encontrar actividades fuera de lo común, como visitar lugares catastróficos, casas donde hubo asesinatos, cruzar fronteras de forma ilegal, visitar las zonas más peligrosas de las ciudades, conocer lugares con gente sufriendo o encontrar casas de sadomasoquismo extremo ocultas en algunos destinos.