Compañeros de viaje tóxicos

No temo al enemigo que me ataca, sino al falso amigo que
me abraza.

Viajar en solitario tiene muchas ventajas, pero tiene la desventaja de no tener un compañero con el cual compartir todas las experiencias del viaje propio. Sin embargo, el viaje con amigos también tiene sus retos, pues no todos nuestros acompañantes están en la misma sintonía, es decir; ese amigo que es muy simpático en la fiesta o el perfecto compañero para ir al cine podría no ser la mejor opción como cómplice de viaje, pues ante las exigencias del recorrido, tu acompañante podría sacar su peor cara y convertir tu viaje es una pesadilla. Echemos un ojo a los personajes que podríamos haber invitado a nuestro deambular por el mundo.
El amargado

No importa lo hermoso que sea el destino y lo bien que te la estés pasando, el amargado siempre intentará sumirte en su miseria. Este viajero le encontrará un defecto a todo lo que le rodea, pero a él no le basta lidiar con su inconformidad natural, sino que te la tiene que pasar a tí, lo cual eleva la incomodidad del viaje. El viajero amargado es “contreras”; si tú quieres tomar él quiere dormir, si tú quieres descansar él quiere salir… ¡En fin!, es como salir con un bebé berrinchudo, por lo que te recomendamos elegir perfectamente a tus compañeros de viaje, porque si te llevas a uno de estos, tu viaje se puede convertir en una pesadilla.
El «yo primero»

Este viajero no se desataca por su caballerosidad, de hecho, este viajero te tomará la delantera en todo momento. Es el que se sube primero al taxi, el que se “agandalla” la mejor cama, el que busca siempre su propio beneficio y nunca te dará ventaja ni por lástima. El “yo primero” es competitivo por naturaleza y en eso fundamenta su cinismo. No es precisamente tacaño o inadaptado, solamente quiere lo mejor para él porque la vida le ha enseñado que no se le debe tener compasión ni a los amigos. Este viajero se disfraza de “chistosito” para obtener siempre el mejor beneficio. Aunque con él no todo está perdido porque será el que siempre logre negociar la mejor mesa, tarifa o descuentos para el grupo.
El galán forever

Si crees que tu amigo el “todas mías” será tu compañero incondicional a donde quiera que vayas, ¡olvídalo! Al viajar con el galán forever debes estar consciente de que en cualquier momento te dejará plantado porque ya tiene planes para salir con una chica. A él ni siquiera le interesa el viaje, lo único que quiere es conocer chavas. Su inmadurez eterna y su imagen de conquistador le harán creer que todas mujeres viajan por lo mismo. Este viajero puede meterte en problemas si no controla su impulsividad y como dijimos es muy probable que te abandone a mitad del viaje por irse con una chica.
El mala copa

Todo iba bien hasta que tu compañero de viaje el “mala copa” golpeó al mesero. Este viajero es una bomba de tiempo, nunca podrás darle la espalda porque siempre está a punto de meterse en un problema y amanecer detenido. El “mala copa” no sólo es alcohólico, sino que le gusta alterar su realidad con cualquier sustancia, lo cual no es necesariamente un problema, el problema es que no se sabe controlar. Siempre está buscando problemas, haciendo el ridículo o pretendiendo que los demás cuiden de él. Este viajero al principio puede llegar a ser divertido pero conforme pase el viaje te dará más problemas que satisfacciones, porque nunca acepta que él tuvo la culpa, el “mala copa” siempre encontrará un pretexto para echarle la culpa a los demás.
El conchudo

A diferencia del “yo primero”, el “conchudo” no se molesta por intentar llegar antes que los demás. Este personaje querrá evadir en todo momento su responsabilidad en el viaje. Es el que quiere que todo esté resuelto. Jamás es capaz de hacer algo por iniciativa propia, pues en su casa le enseñaron a que todo lo hagan por él. A pesar de llevar dinero, siempre buscará la forma de que le paguen todo y no conforme con eso buscará que le ayuden con su mochila y le lleven la comida. Viajar con el conchudo es un trabajo doble porque tienes que decirle qué hacer y lo terminará haciendo de mala gana. Además prepárate a gastar con él más de lo presupuestado.
El sabelotodo

El dominio de la cultura general nunca será un problema, de hecho viajar con alguien que domine muchos temas puede ser agradable pues te ahorra la búsqueda en Wikipedia. El problema con el viajero “sabelotodo” es que no sabe leer los ambientes, es decir; no sabe en qué momento escuchar y en qué momento hablar. Este viajero tiene la obsesión de querer saber más que el guía, o que la propia población local. Su necesidad por querer verse inteligente lo hacen cometer errores en varios temas, pero su soberbia no lo dejará aceptar ese error. Nadie lo sabe todo, pero él cree que esta premisa no aplica con él, lo cual es desgastante para sus acompañantes. A veces es mejor disfrutar el momento que elevarlo a nivel racional.
El inconsciente 

Cuidado con este compañero de viaje porque es una mezcla de todos los anteriores, pero su principal característica es la poca conciencia de su entorno. En la práctica este viajero maltrata a los meseros, tira basura en todos lados, grita en lugares silenciosos, ocupa más de lo necesario, aprovecha cualquier oportunidad para salirse con la suya y suele burlarse de las costumbres locales, o sea todo un estuche de monerías. Este viajero es la muestra perfecta de la falta de interés por el otro. Viajar con alguien así sólo te hará responsable de las acciones de este personaje, así que sobre aviso no hay engaño.

Ángel Abraham Chávez

Especialista en turismo, capacitador, docente, travel-coolhunter e investigador turístico. Director de la revista Mochilazo Cultural.

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