Un viaje con Lafourcade

La chaparrita de los ojos caídos se encuentra en un “trilema”; justo en el punto donde confluyen dos mares y un río. Para empezar algunos jóvenes no saben dónde ubicar la obra de la jarocha en sus playlists. Hay que recordar que ya pasaron 18 años desde su primer disco por lo que mucha chamacada ya no la ubica como un referente de esta generación. Por otra parte los que nos hicimos adultos con su música hemos sido testigos de su madurez artística y hoy vemos a una mujer de 36 años muy alejada de aquel “Busca Un Problema” que desarrolló toda una corriente de voces femeninas, cuyas exponentes parecieron imitar el estilo Lafourcadiano (Denise Gutiérrez, Ximena Sariñana o Carla Morrison, esta última apoyada por la propia Laforucade) y por supuesto casi nadie recuerda su “curiosa” participación en el olvidado grupo Twist. En una tercera fuerza se encuentran la originalidad y el futuro.

Para los aún incrédulos de su talento se encuentra el EP instrumental de cuatro movimientos que lanzó en el 2007 llamado Las 4 Estaciones del Amor; el Unplugged con Julieta Venegas donde se alejó de los reflectores y tocó varios instrumentos; sus colaboraciones con Juan Gabriel, Miguel Bosé, Eugenia León, Café Tacvba, Pepe Aguilar, León Larreguí, Celso Piña o Control Machete (por mencionar algunos).

Entonces la duda es, ¿conquistar a los jóvenes, mantener un estilo para los fieles o continuar con la originalidad?.. Y, ¿saben qué?, ella sale bien librada de las tres. A diferencia de otras grandes como Ely Guerra quien ha desarrollado álbumes conceptuales que no terminan de agradar incluso a sus propios seguidores, Lafourcade logra con su álbum más reciente defender su estilo sin despreciar lo comercial y además promover la música mexicana.

Un Canto por México, Vol. 1 se llama el último álbum, recordando que dentro de su producción histórica se encuentran, álbumes de estudio, homenajes y EP’s. El más reciente, lanzado el pasado 8 de mayo en plena contingencia corresponde a un compendio de canciones inspirado en el concierto realizado el 4 de noviembre de 2019 en el Auditorio Nacional. Se trata de canciones que remiten a la mexicanidad pero desde una dimensión personal. A través de su voz dulce uno puede darle play y empezar a viajar por todo el Golfo de México.

Como se ha vuelto costumbre en este álbum tiene excelente colaboraciones, como con Panteón Rococó, Meme, Carlos Rivera, Los Auténticos Decadentes… y  por supuesto, una colaboración que nunca debería desaparecer; el dueto Los Cojolites-Lafourcade.

El tiempo no para y Natalia se acerca al cuarto piso con pie firme. Un Canto por México, Vol. 1 parece ser una puerta al futuro a través del cual la jarocha paradójicamente desea cerrar un ciclo y empezar otro; el de las grandes de la música mexicana.